viernes, 27 de agosto de 2010

LA ISLA DE LA BASURA.

Es vergonzoso exponerlo de esta manera, pero cada año en todo el mundo (datos de greenpeace) casi 10 millones de toneladas de residuos terminan en los océanos. La basura marítima, según diversos expertos, se ha convertido en una de las mayores amenazas del planeta. Ya no sólo forman montañas en tierra firme como es el caso de nuestro malogrado complejo de Zonzamas sino que miles de toneladas de desperdicios se han agrupado constituyendo inmensas islas en nuestros mares y océanos.

En la actualidad existe una gran isla de basura tóxica descubierta por el oceanógrafo Charles Moore mientras realizaba una competición de veleros. Esta isla se encuentra ubicada en medio del Pacífico, entre Hawai y San Francisco. Su extensión no se conoce del todo con exactitud pero más o menos alberga la basta superficie de seiscientos mil kilómetros cuadrados, dimensiones semejantes a las de la Península Ibérica.

Muchos de nosotros nos preguntamos ¿Cómo es posible que se cree una isla de esas características por esos lares, y a día de hoy los medios de comunicación no se hayan hecho eco de esta barbaridad?

La formación de esta isla no es tan difícil de vislumbrar. Imaginemos por un momento que cualquiera de nosotros vertemos un residuo al mar como puede ser una bolsa de plástico. En ocasiones esa bolsa regresa a ensuciar nuestras playas y costas, pero en la gran mayoría de los casos debido a las corrientes oceánicas que como bien sabemos son un moviendo de translación constante y continuado debido a diferentes causas, como pueden ser movimientos de rotación terrestres, los vientos constantes o planetarios, así como la configuración de las costas y la ubicación de los continentes; son las principales responsables que toda esa basura sea depositada en una ubicación específica de nuestros océanos. Esa insignificante bolsa, al unírsele otros desechos de plástico, caucho, goma y un largo etc… se acumulan creando una enorme isla de diversos residuos. El principal problema de los residuos plásticos es que no se degradan como los materiales naturales y si a esto le sumamos que la inmensa mayoría de países tercer mundistas le sale más rentable ejecutar vertidos indiscriminados en alta mar, que hacer un tratamiento de reciclaje en sus respectivos países, es una causa inecuanime de la formación de estas ínsulas y la falta de respeto del ser humano hacia la naturaleza.
Como mencioné anteriormente el descubrimiento de esta isla fue por azar, Charles Moore en una regata se adentró en una zona del Océano Pacífico poco visitada por los pescadores y otros marinos debido a la falta de vientos y corrientes. Su sorpresa fue mayúscula cuando se topó con ese gran campo de basura. Esta isla se formó en el Giro Pacífico Norte, formado por las corrientes Norte Pacífica, California, Norte Ecuatorial y Kuroshio.

En estos últimos años se han realizado diversas visitas científicas a esta isla alentadas por su descubridor, para estudiar la masa de desechos plásticos y la clase de impacto que están produciendo en las pequeñas criaturas de los niveles inferiores de la cadena alimentaría oceánica pero sin embargo, aún no ha sido capaz de analizar todos sus componentes, pues el efecto de los rayos solares ha desintegrado en micropartículas muchos de ellos. Las pocas conclusiones que se han llegado a tener, exponen la insuficiencia de plancton -microorganismos que constituyen lo que podría considerarse como la hierba del océano-, así que los peces escasean. Apenas hay vida marina.
Con este artículo sirva para despertar la conciencia medioambiental de los gobiernos y organismos científicos mundiales y se plateen qué hacer. Las consecuencias contaminantes de este montón de basura sobre la vida marina son impredecibles. Este basural aumenta cada año, introduciéndose en la cadena alimenticia de los humanos a través de peces y aves. Eso sin contar los que no mueren, pues se calcula que, cada año, perecen por ingerir residuos plásticos arrojados al mar un millón de aves y cien mil mamíferos. Esperemos que no sea tarde y las autoridades competentes empiezan a reaccionar.

3 comentarios:

  1. Joder....acabo de leer este artículo y me parece increible. No tenía idea de esto.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  3. Soy estudiante de ciencias del mar, y comentarte que estamos acabando con el mundo. Este año fuí a una conferencia que daban en la Universidad al respecto de este tema y me parecio realmente impactante. ESTAMOS ACABANDO CON EL MUNDO. Raquel

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