jueves, 12 de agosto de 2010

LA AGENDA 21.

Para todas aquellas personas que estén relacionadas de una u otra manera en el ámbito medioambiental, la Agenda 21 es un documento clave en el compromiso de los pueblos y las ciudades con el desarrollo sostenible. Es un programa universal que pretende compatibilizar el progreso con el respecto por el medio ambiente buscando de una manera legible y razonable acuerdos sociales, racionalizar los procesos, introducir criterios de calidad y ofreciendo nuevas opciones en la prestación de servicios.

Para concebir la creación de este documento, tenemos que partir de la siguiente premisa. La actividad generada por el ser humano desde que existe como tal, ha modificado el medio ambiente, si bien es desde la revolución industrial del Siglo XVIII y más acusadamente a medida que transcurre este siglo, cuando dicha transformación ha sido más significativa. Transformación asociada a la sobreexplotación de recursos naturales y como ya mencioné en artículos anteriores, la grave deforestación que sufren nuestras principales selvas amazónicas y bosques mundiales, modificando por ello el ciclo del carbono en nuestro planeta.

La humanidad a día de hoy por amenazador, crudo y alarmante que quiera parecer, se encuentra en una encrucijada de enormes consecuencias catastróficas para la supervivencia global de la especie humana, así como las venideras generaciones. Día tras día, recibimos continuas advertencias del planeta; aumento de la temperatura global, perdida de glaciares, aumento del nivel de agua, tifones, etc… y la inmensa mayoría de nosotros, hacemos caso omiso a estas admoniciones. Nunca antes nuestra civilización ha encarado problemas tan graves y diversos como en la actualidad.

El génesis de tan importante instrumento fue ideado un 22 de diciembre de 1989 en una conferencia versada íntegramente sobre el medio ambiente y el desarrollo, refrendado en asamblea extraordinaria de las Naciones Unidas. Más tarde se le procuraría este término, Agenda 21, en la Cumbre de la Tierra (Río, 1992). Como diserté anteriormente, este documento se basó principalmente en dos palabras “desarrollo sostenible”, arduamente sentidas en nuestra ínsula, primero de la mano de nuestro ilustre artista Cesar Manrique y más tarde por la fundación que lleva su nombre. Estas las podríamos definir como una forma de desarrollo o progreso que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones venideras de satisfacer sus propias necesidades.

Según Daniel Sitart (Boulder, CO: Earth Press 1993) la ambiciosa meta de la Agenda 21 consiste en detener y revertir el daño a nuestro planeta y promover el desarrollo razonado y sostenible de todos los países del mundo. Es una guía para la acción en todas las áreas relacionas con el aprovechamiento sostenible de nuestro planeta en el siglo XXI. Incluye medidas concretas e incentivos para reducir el impacto ambiental de las naciones industrializadas, revitalizar el progreso de los países en desarrollo, eliminar la pobreza del mundo y estabilizar la población mundial.

Con este artículo sirva despertar la conciencia medioambiental de todos nosotros. Reciclemos, seamos conscientes a donde nos lleva la autodestrucción. Tomemos las medidas oportunas tendentes para la consecución de un común fin, por el bien de la humanidad.

1 comentario:

  1. Junkal, este mismo artículo ya lo leí en el Lancelot, creo que es importante para la gente austera en este campo informarles al respecto.
    R.J.M.

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