NAZIS EN EL ESPACIO

Por estas fechas, se conmemora el quincuagésimo aniversario del primer vuelo orbital tripulado al espacio. Fue un miércoles 12 de abril de 1961, cuando desde el Cosmódromo de Baikonur ubicado en la actual Kazajistán, centro de operaciones del ambicioso programa de vuelos espaciales de la extinta URSS, se convertiría para los ojos del mundo en el epicentro de la carrera espacial. Un joven teniente de la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo Yuri Alekséyevich Gagarin (1934-1968), a la postre héroe nacional y una leyenda de la astronáutica mundial, sería el primer ser humano en viajar al espacio a bordo de la nave Vostok I. El vuelo apenas duró escasos 108 minutos en total: 9 minutos para entrar en órbita y luego una órbita alrededor de la Tierra.

Con esta proeza, la URSS (1924-1991) volvía a adelantarse a sus contrincantes estadounidenses en la competida carrera espacial y obtenía de este modo, un trascendental éxito propagandístico en implantar su modelo de gobierno a lo largo y ancho de todo el planeta.

Por lo tanto, es lógico preguntarnos ¿cómo fue posible que una país mermado tras la fatídica y cruenta Segunda Guerra Mundial, totalmente obsoleto en lo que se refiere a nivel tecnológico adquirido en esos últimos años de contienda, alcanzase semejante gesta en apenas 15 años, desbancando a los EEUU que en aquellos momentos se encontraban a años luz en desarrollo tecnológico de estos?

Para dar respuesta a esta pregunta, hagamos un poco de historia. Corría un 2 de mayo de 1945, cuando el alto mando Alemán bajo el Generaloberst Alfred Jodl (1890-1946) rindió incondicionalmente sus fuerzas, entregando la ciudad de Berlín a los aliados. Cuando las tropas soviéticas tomaron la capital del III Reich toparon con sorprendentes e insólitos hallazgos en sus archivos: planos de cohetes, misiles, platillos volantes, aeronaves de despegue vertical, aviones de ala circular, minas volantes con apariencia de discos, esquemas de armas secretas y un largo etc…

Pronto, los soviéticos y americanos entrarían en una dura pugna sobre suelo Alemán para beneficiarse de la tecnología nazi. Se crearía la “Operación Paperclip” consistente en hacerse con los secretos tecnológicos de Hitler y llevarse a sus respectivos países a los científicos que manejaban ese entramado tecnológico.

No cambe la menor duda, que la Alemania Nazi representaba uno de los lugares más avanzados y secretos del mundo en lo relativo a aeronáutica y técnicas espaciales. Con ello, Hitler esperaba dar un golpe de efecto para ganar la guerra, como es el caso de la utilización de mortíferos cohetes como el V-2 que lograban alcanzar la ciudad de Londres en apenas minutos y las costas americanas en horas. Para que nos hagamos una ligera idea, este tipo de cohetes el V2 fue el génesis de todos los cohetes modernos, incluyendo los utilizados por los programas espaciales de Estados Unidos y de la Unión Soviética .

En conclusión: los Ingenieros nazis desarrollaron la carrera espacial tal y como la conocemos hoy en día y es un hecho irrefutable que la primacía mundial del espacio durante años de la URSS, fue debido a los diseños heredaros por los alemanes.

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