miércoles, 20 de enero de 2010

EL ENIGMÁTICO JUEGO DE LA OCA.


La inmensa mayoría de nosotros, quién más o quién menos, ha jugado alguna que otra vez a este juego, pero lo que en realidad no sabemos es que este tablero con sus puentes, posadas y las Ocas, encierra tras de sí, claves para iniciados en la oscura y enigmática filosofía de la misteriosa Orden de los Caballeros del Temple, más conocida como Los Templarios (Orden Religiosa Militar de los Pobres Caballeros de Cristo). Como bien sabrán, la función principal de estos caballeros (mitad monjes, mitad guerreros), era la de salvaguardar los Lugares Santos de Jerusalén, así como los caminos que conducían a los mismos, labor de custodia extendida al Camino de Santiago.

Para entender la simbología de este juego tenemos que partir de una pequeña premisa. Antaño, las Ocas eran las guardianes de las casas, alertando de la presencia de intrusos con el escandaloso ruido que producían, por ello en los castillos donde pernoctaban los caballeros de esta Orden y sus principales templos se podían ver estos animales desplegados entorno a su perímetro. Las Ocas son consideradas un paradigma de la sabiduría sagrada, un claro ejemplo de ello es que si superponemos dos patas de la Oca, una hacia arriba y otra hacia abajo, obtenemos la X y la barra que la corta verticalmente, sólo basta con añadirle la curvatura de la (P), y obtendremos la X y la P superpuestas (Ji y Ro: iníciales del nombre de Cristo.

Los Templarios asumieron la misión de preservar el Camino de Santiago y la Basílica del Apóstol como lugar santo de peregrinación. Por aquella época en el siglo XII, no se disponía de mapas ni guías y se movían en un mundo hostil, marcado por la existencia de múltiples reinos, señores feudales, diferentes idiomas, religiones y costumbres, basando su peregrinación en el auxilio de iglesias, monasterios y hospitales. Es más, cuando los peregrinos alcanzaban la península ibérica, muchos de sus tramos estaban en posesión de los sarracenos acérrimos enemigos de los cristianos y tropezar con un grupo de ellos presumía el óbito asegurado. Por lo tanto se discurrió una estratagema, y qué mejor ardid que un simple juego, el Juego de la Oca, un mapa simbólico cifrado del Camino de Santiago, donde los Templarios y los Maestros Constructores, marcaban los lugares que tenían una determinada significación con rótulos de Ocas.

Quién haya hecho el Camino de Santiago sabe que es frecuente topar a lo largo del mismo con el emblema de la Oca en pequeñas iglesias, monasterios, cruceiros y monumentos. Un paraje hermoso, envuelto en un halo de misticismo que nos hace retroceder en el tiempo y que llama mucho la atención por la cantidad de Ocas que hay es “Piedrafita do Cebreiro” bastión templario por antonomasia, al igual que cuando el peregrino llega a la majestuosa Catedral de Santiago y puede advertir claramente en una de sus fachadas posteriores, como si el paso del tiempo no hubiera hecho mella en el, una espiral o caracol dividido en 63 casillas. Esta Espiral es el tablero del Juego de la Oca y esas 63 casillas, son las que hoy en día todavía alberga el juego.

En definitiva, el Juego de la Oca sería el Camino de Santiago y cada una de las casillas que lo divide, guarda una relación con las etapas del mismo. Las Ocas representarían los lugares seguros donde podrían refugiarse y las otras casillas como el pozo, la posada, el laberinto o la muerte serían lugares no seguros para la Orden , y es así, por un simple tablero, como innumerables peregrinos salvaguardaron la vida en este histórico periodo de tiempo marcado por los estamentos medievales.

3 comentarios:

  1. Kris Krosss...puto embaucador

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  2. Jessica Hernández21 de enero de 2010, 21:45

    La verdad Cris, siempre he dicho que cuando publiques el libro tendrás mucho éxito. Me gusta mucho como escribes.

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  3. Krisissssssssss.............chossssss, menuda pinta de gay que tienes en la foto....x lo demás el artículo ta wapo. Ni mi imaginaba que el juego ese...significaba tanto!!!! tas echo un crack, saludos desde Ponferrada

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