sábado, 23 de enero de 2010

LA PILA DE BAGDAD.... UN OBJETO FUERA DE SU TIEMPO.


Por estas fechas se cumple el septuagésimo tercer aniversario de unos de los descubrimientos a mi entender más importantes del siglo pasado.


La primera vez que tuve conocimiento de la existencia de la Pila de Bagdad, rondaría la corta edad de 12 años y fue a través de un libro de Enigmas de la editorial Delta que me regaló mi madre (ávida lectora) en el verano del 87. Antaño por aquella época he de confesar que no inquirió en mí la atención debida el hallazgo de tan inquietante reliquia, que estuvo en manos de hombres que nacieron quinientos años antes que Jesucristo. Empero con el devenir de los años fue haciendo mella en mí, hasta interesarme considerablemente y leer varios libros al respecto.


La famosa pieza, un objeto catalogado como fuera de su tiempo, fue descubierta en la ciudad de Rabua muy próxima a Bagdad (antigua Babilonia, capital del imperio Babilónico en la zona de Mesopotamia, a orillas del río Éufrates y una de las culturas más prósperas y avanzas a su tiempo) por el Ingeniero Alemán Wilhelm Köning durante el alcantarillado de la misma. En un principio se especulaba que era un vasija de barro normal y corriente de unos 15 centímetros de altura por unos 8 centímetros de diámetro, rematada con un tapón de material bituminoso (asfalto). Pero cual sería su sorpresa que al destaparla encontró un tubo cilíndrico de cobre de 26 milímetros de diámetro y 19 centímetros de altura. A su vez, del tubo sobresalía una varita de hierro de 1 centímetro cubierta de plomo ligeramente corroída por algún tipo de ácido.


Köning no dudó en ningún momento que aquello era una rudimentaria batería eléctrica y acto seguido introdujo en la misma un electrolito y la vasija generó electricidad.


A partir de este momento innumerables colegas de Köning, como es el caso de Williard Gray concibieron estudios sobre tan importante vestigio del pasado, incluso construyeron diversas réplicas exactas de la pieza arqueológica, pero surgió un pequeño inconveniente ¿Qué electrolito usarían esos hombres hace 2.500 años para generar electricidad?


Tras arduos meses de investigación descubrieron que por aquella época en la Antigua Mesopotamia, era muy popular beber zumo de uva oteando al fondo los majestuosos jardines colgantes de Babilonia, una de las siete antiguas maravillas del mundo. Advirtieron que introduciendo este zumo en la vasija a modo de líquido electrolítico se comportaba como un extraordinario medio conductor eléctrico y de esta peculiar manera quedaba demostrado de forma empírica el funcionamiento de la PILA DE BAGDAD.


Entonces….. ¿ No podríamos pensar que la antigua civilización egipcia tenía conocimiento de la energía eléctrica para trabajar con gran perfección artística y técnica en condiciones de absoluta oscuridad, dentro de los numerosos corredores subterráneos que podemos encontrar en infinidad de tumbas de diferentes necrópolis?


http://www.youtube.com/watch?v=jEoxaJ86wWI&feature=related

miércoles, 20 de enero de 2010

EL ENIGMÁTICO JUEGO DE LA OCA.


La inmensa mayoría de nosotros, quién más o quién menos, ha jugado alguna que otra vez a este juego, pero lo que en realidad no sabemos es que este tablero con sus puentes, posadas y las Ocas, encierra tras de sí, claves para iniciados en la oscura y enigmática filosofía de la misteriosa Orden de los Caballeros del Temple, más conocida como Los Templarios (Orden Religiosa Militar de los Pobres Caballeros de Cristo). Como bien sabrán, la función principal de estos caballeros (mitad monjes, mitad guerreros), era la de salvaguardar los Lugares Santos de Jerusalén, así como los caminos que conducían a los mismos, labor de custodia extendida al Camino de Santiago.

Para entender la simbología de este juego tenemos que partir de una pequeña premisa. Antaño, las Ocas eran las guardianes de las casas, alertando de la presencia de intrusos con el escandaloso ruido que producían, por ello en los castillos donde pernoctaban los caballeros de esta Orden y sus principales templos se podían ver estos animales desplegados entorno a su perímetro. Las Ocas son consideradas un paradigma de la sabiduría sagrada, un claro ejemplo de ello es que si superponemos dos patas de la Oca, una hacia arriba y otra hacia abajo, obtenemos la X y la barra que la corta verticalmente, sólo basta con añadirle la curvatura de la (P), y obtendremos la X y la P superpuestas (Ji y Ro: iníciales del nombre de Cristo.

Los Templarios asumieron la misión de preservar el Camino de Santiago y la Basílica del Apóstol como lugar santo de peregrinación. Por aquella época en el siglo XII, no se disponía de mapas ni guías y se movían en un mundo hostil, marcado por la existencia de múltiples reinos, señores feudales, diferentes idiomas, religiones y costumbres, basando su peregrinación en el auxilio de iglesias, monasterios y hospitales. Es más, cuando los peregrinos alcanzaban la península ibérica, muchos de sus tramos estaban en posesión de los sarracenos acérrimos enemigos de los cristianos y tropezar con un grupo de ellos presumía el óbito asegurado. Por lo tanto se discurrió una estratagema, y qué mejor ardid que un simple juego, el Juego de la Oca, un mapa simbólico cifrado del Camino de Santiago, donde los Templarios y los Maestros Constructores, marcaban los lugares que tenían una determinada significación con rótulos de Ocas.

Quién haya hecho el Camino de Santiago sabe que es frecuente topar a lo largo del mismo con el emblema de la Oca en pequeñas iglesias, monasterios, cruceiros y monumentos. Un paraje hermoso, envuelto en un halo de misticismo que nos hace retroceder en el tiempo y que llama mucho la atención por la cantidad de Ocas que hay es “Piedrafita do Cebreiro” bastión templario por antonomasia, al igual que cuando el peregrino llega a la majestuosa Catedral de Santiago y puede advertir claramente en una de sus fachadas posteriores, como si el paso del tiempo no hubiera hecho mella en el, una espiral o caracol dividido en 63 casillas. Esta Espiral es el tablero del Juego de la Oca y esas 63 casillas, son las que hoy en día todavía alberga el juego.

En definitiva, el Juego de la Oca sería el Camino de Santiago y cada una de las casillas que lo divide, guarda una relación con las etapas del mismo. Las Ocas representarían los lugares seguros donde podrían refugiarse y las otras casillas como el pozo, la posada, el laberinto o la muerte serían lugares no seguros para la Orden , y es así, por un simple tablero, como innumerables peregrinos salvaguardaron la vida en este histórico periodo de tiempo marcado por los estamentos medievales.