miércoles, 22 de septiembre de 2010

UNA HISTORIA DE PUENTES...

Desde muy corta edad, siempre he sentido predilección por dos tipos de construcciones: las magnas catedrales europeas de siglos pasados como Notre Dame de París (1345) y los puentes romanos diseñados por Caius Iulius Lacer (Siglo II) en los cuales se podía leer su lema “por siempre en los siglos del mundo” . Da igual como fuesen, grandes, pequeños, de cualquier material, de cualquier época, innovadores o no, tengan o no tengan récords, sea cual sea el método constructivo utilizado, ... y podría seguir así.


Este pasado fin de semana estuve viendo un documental basado en la construcción del puente colgante del Milenio (2000) , para el que desconozca la ubicación de esta espectacular obra de 333 metros de longitud, realizado en tres secciones de 81m, 144m y 108m, señalar que cruza el río Támesis, a su paso por Londres (capital de la Pérfida Albión) . Se puede considerar una maravilla de la ingeniería actual, debido a que 8 cables tensados mantienen el puente en suspensión, para poder sostener las casi 2.500 toneladas de peso, lo suficiente para soportar a 5.100 personas al mismo tiempo.

El 10 de junio de 2000 se inauguró este representativo puente. Dos días después de su estreno, tuvo que ser clausurado. Este cierre alarmó enormemente a la población inglesa, pensando en posibles actuaciones terroristas, pero ¿cuál fue realmente el motivo de dicho cierre?. En su momento, los ingenieros y arquitectos del proyecto lo achacaron a vibraciones y problemas estructurales debido al gran número de personas que lo visitaron el primer día (rondando unas 93.000), pero ¿que nexo de unión existe entre las vibraciones y las personas para que se de este hecho?

Para comprender estos problemas estructurares y vibraciones, debemos de partir de una serie de premisas. Muchos de nosotros alguna que otra vez habremos escuchado esa común y poco creíble frase que dice “los soldados no pueden cruzar un puente marchando”. Para responder a esta locución, pongamos como ejemplo el Gran Hotel de Arrecife. Cualquier gran construcción como puede ser este emblemático edificio , rascacielos, grandes puentes , faros y un largo etc… poseen una frecuencia de oscilación propia, ¿que quiere decir esto?, pues que todas esas construcciones tienden a oscilar unos centímetros, se entiende que esta oscilación es necesaria debido a que si no fuese así, si fuesen rígidos, el azote del viento podría desmoronarlos.
Un fenómeno que se da en anómalas circunstancias pero que puede llegar a producirse, como los hechos acaecidos en el puente del Milenio, es la tan temible RESONANCIA. Pongamos el supuesto que un numeroso grupo de personas cruzan un puente caminando de una manera armónica y constante. Si por una simple casualidad los estímulos periódicos que generan sus pasos acompasados al caminar, coincidieran la frecuencia de estos con la propia del puente, la estructura entraría “en resonancia” y provocaría su demolición por sorprendente que esto nos llegue a parecer. Por este motivo, por la resonancia, se produjo la destrucción del famoso puente colgante de Tacoma Narrows en Washington, cuya ruptura en 1940 fue filmada por las cámaras.
Grandes físicos de la historia como es el caso de Julius Robert Oppenheimer (1904-1967), Niels Bohr (1885-1962) o el mismísimo Albert Einstein (1879-1955) definen el concepto de resonancia, como el fenómeno de vibración que presenta un sistema mecánico cuando sufre una fuerza externa oscilante con la misma frecuencia que su frecuencia propia, y puede ser tan intensa que dé lugar a la rotura del sistema mecánico.

http://youtube.com/wach?v=j-zczJXSxnw